CUIDADO CON PLAY STATION

El miércoles pasado, en el devocional, el pastor Branada nos hablaba del peligro de ciertos juegos (aparentemente inofensivos) que van sacando a nuestros hijos de la herencia espiritual y ponía de ejemplo el juego de Play Station "El príncipe de Persia", muy conocido por los pequeños (y no tan pequeños) por ser un simple juego, sin ver las implicancias espirituales que conlleva. Como sabemos los hijos de Dios, el príncipe de Persia es una potestad del infierno que se opuso durante tres semanas al ángel que Dios había enviado para responder a Daniel, tiempo en el cual este profeta debió hacer un ayuno y orar durante ese mismo período para que prevaleciera el cielo y hubiera ayuda de un ángel mayor en el propósito de Dios. O sea, estamos hablando de demonios pesados. No descuidemos la enseñanza en los más pequeños porque, la verdad sea dicha, la mayoría de ella está dirigida a los mayores y a los matrimonios, descuidando a los más vulnerables. Muchas veces el matrimonio asiste al servicio y deja al pequeño o adolescente viendo televisión o jugando con estos jueguitos peligrosos, a merced de las tinieblas más absolutas. Debemos ser una iglesia proactiva, que se anticipa a los ataques de las tinieblas y dejar de ser un ente reactivo, que sólo piensa en las soluciones cuando los problemas ya se han enquistado en los jóvenes.