miércoles, 23 de septiembre de 2009
PASTOR, MANTEN TU FUEGO
En la meditación de la Palabra de este miércoles, el pastor Pablo Bañados nos recordó que en el holocausto que Dios le pide a los levitas, debían recordar mantener siempre el fuego vivo, para lo cual necesitaban poner leña cada mañana y limpiar el altar dejando la ceniza en un lugar especial. Nos enseñó que los sacerdotes de ahora, toda la iglesia, pero especialmente los que estamos al frente del ministerio, debemos ver que el altar es nuestro propio corazón y mantener vivas las llamas de nuestra unción, revelación y proyección, no dejándonos estar ni conformándonos con lo que hayamos logrado hasta ahora. Pero también en este ejercicio debemos aprender a dejar las cenizas a un lado, aunque ellas sean el fruto de un maravilloso fuego que hayamos vivido en el pasado, porque, cuando vivimos más de los recuerdos que de los sueños, entonces nos habremos transformado en pastores nostálgicos. Vivir expectantes, entonces, es dejar a un lado estructuras, moldes añejos, nostalgias, interpretaciones doctrinales sesgadas, y mirar hacia adelante creyendo que servimos a un Dios que nos inspira a nuevos desafíos y proyectos cada vez mayores. A El sea la Gloria.
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